Lección 2 CERCA DE LO ETERNO

La eternidad de Dios es uno de los atributos más profundos y asombrosos de Su naturaleza. Significa que Él no tiene principio ni fin, trasciende el tiempo y permanece constante en Su ser. Esta cualidad lo distingue de la creación, la cual está sujeta al tiempo y al cambio. La eternidad de Dios nos asegura Su fidelidad y soberanía sobre todas las épocas, revelándonos que Él es digno de nuestra total confianza..

DONDE VEO EN LA PALABRA LO ETERNO DE DIOS?

“Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.”

Este pasaje resalta que Dios existía antes de toda la creación y continuará existiendo eternamente, mostrando que Su existencia no depende de nada externo.

“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.”

Aquí se presenta a Dios como eterno y soberano sobre el tiempo. Su autoridad cubre el pasado, presente y futuro.

”¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.”

Dios no se cansa ni se desgasta porque Su eternidad implica una fuerza inagotable y sabiduría infinita.

“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.”

La eternidad de Dios se refleja en Cristo, quien es inmutable y siempre confiable, un reflejo perfecto del carácter eterno de Dios.

“Y respondió Dios a Moisés: Yo soy el que soy.”

Este nombre revela a Dios como el Ser eterno, independiente y autoexistente, cuya existencia no está limitada por el tiempo.

Cuatro ejemplos prácticos de cómo ver la eternidad de Dios en el día a día:

1. El ciclo de la naturaleza:

La regularidad de los días y las noches, estaciones y años nos recuerda que el tiempo es creación de Dios, pero Él está más allá de esas limitaciones.

2. La fidelidad en las promesas:

Cuando experimentamos respuestas a oraciones o el cumplimiento de promesas bíblicas, vemos la eternidad de Dios en acción: Su plan no falla a través del tiempo.

3. La obra de Cristo en la cruz:

La salvación ofrecida por Cristo es un acto eterno que trasciende generaciones, mostrándonos cómo el amor de Dios permanece siempre.

4. La paz en momentos difíciles:

En tiempos de incertidumbre, confiar en el Dios eterno nos da estabilidad, porque sabemos que Él tiene control sobre cada etapa de nuestra vida.

Reflexión Final:

La eternidad de Dios nos lleva a una perspectiva de adoración y confianza. Saber que Él es inmutable y soberano sobre el tiempo nos da esperanza en un mundo lleno de cambios y limitaciones. Reconocer Su eternidad nos anima a depender de Su fidelidad y plan perfecto, asegurándonos de que Su propósito nunca será frustrado.

Oración Final:

Señor eterno y soberano, hoy reconozco que Tú eres el principio y el fin, el Dios que nunca cambia y que siempre cumple Sus promesas. Gracias porque, en un mundo lleno de incertidumbre, puedo descansar en Tu fidelidad inquebrantable. Ayúdame a vivir cada día con la certeza de que Tú sostienes mi vida y que nada escapa de Tu perfecto control. Enséñame a confiar en Tu propósito eterno y a caminar con fe, sabiendo que en Ti siempre encontraré seguridad y amor

En el nombre de Jesús, amén.

Práctica DEL ESTUDIO.

Medita en Salmo 90 y subraya las referencias a la eternidad de Dios.

•   Reflexión: Escribe cómo esta verdad te da esperanza en tu vida diaria.

•   Oración: Agradece a Dios por Su eternidad y entrégale tus preocupaciones sabiendo que ÉI
  ya conoce tu futuro.